Esa es la pregunta que se hacen los aficionados a la máxima categoría que están pendientes de lo que pasa con el piloto tapatío. La pregunta es compleja, la respuesta no es fácil. Primero partamos del hecho que Alex Albon, a pesar de las dos muy malas actuaciones en los Grandes Premios que se le habían dado un ultimátum (Portimao e Imola), sigue teniendo el “apoyo” de parte de Helmut Marko y Christian Horner.

Dr. Marko ha dicho inmediatamente después del GP de Imola que el tailandés ahora tiene hasta Abu Dhabi para probar su valía, y es aquí donde ya no cuadra nada en la ecuación. El líder e impulsor total del programa de jóvenes pilotos de Red Bull en definitiva está alargando más el tiempo. ¿Para qué? Ahora lo desmenuzamos.

El año pasado Gasly no tuvo la benevolencia del Dr. quien luego de 12 Grandes Premios, decidió mandarlo de regreso a Toro Rosso, hoy Alpha Tauri. Por su parte, Albon tiene solo un podio en 22 Grandes Premios, solo un tercer puesto, en contra de dos podios incluyendo una victoria por parte de Gasly en Toro Rosso-Alpha Tauri, y aún así, está más que claro que no lo quieren de vuelta en Red Bull. Con estos números, la presión por mantener a Albon o por lo menos, no correrlo del seno de Red Bull, es a todas luces muy superior al deseo de subir a Gasly que ha probado que aprendió su lección. No habrá, también basados en declaraciones del Dr., una segunda oportunidad para el francés en Red Bull.

Otro tema para que Red Bull mantenga en suspenso la continuidad de Albon en el equipo es sin duda el que la familia tailandesa Yoovidhya es dueña del 51% de las acciones a nivel mundial de Red Bull. Chaleo Yoovidhya se alió con Dieter Mateschitz en 1984 para crear la compañía y actualmente la descendencia de Chaleo sigue teniendo un peso enorme en las decisiones de Red Bull, incluyendo las deportivas. Chaleo falleció en 2012 y su hijo Chalerm fue el heredero de la fortuna valuada en más de 20.2 billones de dólares actualmente.

¿Es quizá este estiramiento de tiempo una forma de dejarnos ver que existen motivos para que la llegada de Sergio Pérez a Red Bull, ya no depende de temas deportivos, sino quizá temas comerciales? ¿A qué nos referimos con esto? Es un hecho que no van a correr del equipo a Albon con tan solo 4 Grandes Premios, y que no tiene ganado por ningún motivo deportivo su asiento para la temporada 2021. Por tanto, no existe prisa por anunciar por parte de Red Bull su muy probable salida del equipo.

El equipo tendrá un 2021 con Honda como su proveedor de motores, pero será el último antes de que la marca japonesa se retire de la F1. Red Bull no usará motores Renault por la mala relación que se tiene con ellos debido a las rencillas que tuvieron antes de cortar los hilos comerciales que los unieron desde 2007 hasta 2018. Mercedes Benz no les dará sus motores ganadores porque ya surten a 4 equipos en la F1, y porque son la competencia directa, aunque eso no se diga. Los motores Ferrari por ahora hacen llorar en su tumba al Commendatore.

Con este panorama, Horner y compañía buscan desarrollar los motores Honda actuales para poder estar competitivos a partir de la temporada 2022. Para el 2021, necesitan recursos por la pandemia del COVID que ha afectado a todo el mundo. La F1 perdió más de 100 millones de dólares en tan solo el tercer cuatrimestre del 2020. Además, se irán patrocinadores como Aston Martin que por lógica irán al equipo de Lawrence Stroll.

Aquí viene otra complicación probable sobre la posible llegada de Sergio Pérez a Red Bull. AT&T es uno de los principales patrocinadores del equipo austriaco-inglés, y han creado una alianza que viene desde 2012. Además, la empresa norteamericana tiene en Milton Keynes, sede del equipo, un enorme centro de operaciones desde donde se conectan ingenieros para estar comunicados con los que están en la pista donde se desarrollan los Grandes Premios. Fue una inversión alta la que se hizo para ello.

Como todo mundo sabe, el paquete de patrocinadores que tiene Sergio Pérez es encabezado por algunas de las filiales de América Móvil, propiedad del Ing. Carlos Slim Helú, entre las que destacan Telmex, Telcel, Claro e Infinitum. Es un evidente choque de intereses en el ramo de telecomunicaciones que afecta una posible relación entre Red Bull y los patrocinadores de Checo. El tema ya no es deportivo, porque ese sin duda no se tiene duda que Sergio es por mucho la mejor opción disponible en el mercado de pilotos, y no lo escribo yo, lo ha mencionado un tal Fernando Alonso.

¿Se puede romper lo de AT&T con Red Bull para que llegue Checo y sus patrocinadores al equipo? Por supuesto, todo en la F1 se puede hacer, pero cuesta mucho dinero. Una relación como la de la empresa de telecomunicaciones y el equipo que lleva más de 8 años es difícil de quebrar. El juego es este: hay que pagar compensaciones por rotura de contratos y ese es dinero que tendrá que salir del bolsillo de Slim Helú -cosa que se mira complicada porque el Ingeniero no es uno de los hombres más ricos del mundo por despilfarrar su dinero- o directamente del de Checo Pérez. Además, se menciona que el costo del patrocinio que ha llevado Sergio a Racing Point en los últimos años es aproximadamente de unos 16 millones de dólares, cosa que resulta muy atractiva para Red Bull por el dinero que se perdió por la salida de Aston Martin, además del receso económico que se vive por la pandemia. El equipo austriaco-inglés bien podría estar incluso pidiendo ya ahora más dinero anualmente para que Sergio esté en ese segundo asiento.

Y a todo esto, ¿dónde dejo al otro candidato que se ha mencionado para ese segundo asiento? Nico Hulkenberg sí podría llegar con recursos y sin necesidad de quebrar contratos de otros actuales patrocinadores, y deportivamente hablando, es también un fuerte candidato. Es también un candidato que ha sido mencionado por parte de Christian Horner y el Dr. Marko. Sin embargo, su paquete de patrocinadores no es tan fuerte como el de Sergio.

Como se ha descrito, la posible relación entre Sergio y Red Bull va más allá del tema deportivo e involucra una gran cantidad de billetes para que se haga realidad.